El director del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), Alfonso Morcos, dijo que la declaratoria de emergencia en la operación de la producción de electricidad en la Península de Yucatán fue una medida que se tomó para apurar la instalación de un oleoducto para llevar diésel de Puerto Progreso a la Central de Mérida III.
En su comparecencia ante la Comisión de Energía del Senado, a la que acudieron también senadores de Campeche, Quintana Roo y Yucatán, el funcionario detalló que la medida se apega a la aplicación de la nueva normatividad.
“CFE acordó terminar de construir un pequeño oleoducto que va de Puerto Progreso a Mérida, que le faltaba un tramo de 10 km; obviamente podían irse ‘por la libre’, hacer la zanja, poner los tubos y hacerla ahora y luego pedir perdón, no lo quisieron hacer en esa forma. Entonces plantean una nueva necesidad como dice la nueva ley que el Cenace declare una emergencia para poder hacerlo de una manera rápida, sin problemas”, comentó el funcionario.
Insistió en que la capacidad de generación eléctrica en la región es suficiente, por lo que el problema real es la falta de abasto de combustible. Aclaró que se cuenta con un contrato para abastecer a la central de Mérida III con 250 millones de pies cúbicos diarios de gas natural a través del gasoducto de Mayakán, pero que dicho acuerdo no se ha cumplido. Edgar Ocampo, especialista independiente consultado por El Financiero, a la región llega solo una tercera parte de esa cantidad de gas natural.
Ante esta situación, los legisladores acordaron llamar a la Comisión Federal de Electricidad para que la empresa explique la problemática.
